La Poesía

Sé que un poema no puede quitar el hambre ni cambiar la miseria humana, pero su irradiación ayuda a vivir contra toda adversidad. El poema es un sueño que se materializa a través del lenguaje y se recrea en otras utopías en la vida diaria. Escribo porque creo en el mito ancestral y en el poeta como un guardián de ese fuego que es el único que nos devuelve el rostro y nos abriga . el espíritu: el hombre al ritmo de las estrellas y de la hierba; esa quizá es la única nostalgia válida. Sé también que intentar la poesía no tiene sentido si el que la pretende es un personaje antipoético, si actúa en contra de la vida: de ahí la difícil tarea: la poesía nos debe humanizar, sin que esto signifique una actitud ideológica, sino una estética de la existencia.
Pedro Salvador Ale


viernes, 24 de junio de 2011

LA NATURALEZA DEL HOMBRE HACIA LA VIRTUD


Lao Tse : la naturaleza del hombre hacia la virtud


                          (Introducción)

Las enseñanzas de Lao Tse, permanecían en la oscuridad después de 2500 años, hasta que apareció la versión francesa de Abel Rémusat, con Memoria y Opiniones de Lao Tseu, en 1823, y el pasaje que le dedica Hégel, en sus Lecciones sobre la historia de la Filosofía, demostrando ambas traducciones, que el filósofo chino abarca los variados terrenos en donde se despliega el alma humana.

Nada de fines ni de medios, nada de paranoias ni competencias por el poder en cualquier orden de la vida cotidiana, sólo sugiere la búsqueda, el logro de la quietud, el crecimiento interior, a partir de la conciencia ética sobre la profundidad de la vida,  lograr la espiritualidad ante las ofertas mundanas.

En esta época donde el hombre se ha materializado alcanzando los niveles de la demencia, la valoración del pensamiento de Lao Tse, sin la necesidad de fomentar cultos ni rituales, elementos externos y superficiales, nos lleva a una ascética que nos orienta hacia la pureza espiritual primitiva, relacionada con los orígenes: Lao Tse  sueña con la inocencia universal y con el estado virgen de la naturaleza.

Al Tao se lo ha traducido como camino, sentido, método, sendero, arte, verdad, línea, razón, sustancia, principio.
Es evidente que si Lao Tse viviera en nuestro tiempo sería un pacifista, o un luchador social, un defensor a ultranza de la Naturaleza, un promotor del humanismo y de los valores, un guía espiritual, he aquí  el por qué lo incluimos como uno de los referentes de mayor sabiduría para enfrentar la creciente deshumanización.



Lao Tse : la naturaleza del hombre hacia la virtud


Lao Tse(604-a.C)

Las enseñanzas de Lao Tse por más de dos mil quinientos años, todavía se hacen escuchar. Su relación estrecha con la naturaleza, la conciencia de que existe un camino hacia la virtud, descrito en el Tao Te King , que dictara a un discípulo en homenaje a un militar de frontera, son algunos de tantos aspectos que nos dejan una serie de valores que vale la pena retomar en una entrevista con el maestro. Se sabe que antes de retirarse y desaparecer en la India, dejando sólo el rastro de su sabiduría que fuera la base del budismo, ocupó un cargo en los archivos reales del Estado de Chou, durante los gobiernos de Ling Wang. Cansado de estar solo en medio de crónicas y reliquias  de siglos de violencia, guerras y conquistas, de” vivir entre muertos, quienes tenían el poder de engendrar la muerte, así como cuando estaban vivos podían haber sembrado vida”, emprendió el sendero del que no hay retorno, pero que puede darle felicidad al hombre: el conocimiento y la práctica de la virtud.

Lao Tse, usted fue considerado en su tiempo y hasta hoy en día un hombre que no cree que la salvación individual y colectiva venga de las instituciones, ¿nos puede decir por qué?

En el Tao Te Ching propongo una vuelta a la naturaleza, la Gran Madre, la paz en el seno de un caos originado por los excesos de la razón. Nada de fines ni de medios; nada de movimientos, sino quietud, crecimiento interior a partir de un sentido profundo de la vida. No prediqué ni busqué fieles, no emprendí cruzadas, escribí poco, hablé menos y aún dejé que la posteridad tomara mis enseñanzas y las desarrollara en tratados más extensos.

Siento que la verdad está en pasar la prueba de la soledad con el paisaje, dura prueba para cualquier persona en una época donde la Naturaleza ocupa un lugar menor en la vida contemporánea .Y en donde la gente confunde el tiempo con un reloj y a la naturaleza, justamente con un paisaje. Es una dura prueba estar sin compañía, es algo que yo he sentido en carne propia, es un desafío vivir con la naturaleza, no digo escapar y aislarse de los demás y del mundo, eso es un error.(1) Sino tomar la respiración y la meditación como un eje invariable, para poder dar lo mejor de sí mismo en cualquier disciplina que uno se desempeñe. Veo al hombre de su  tiempo tan cansado, que se olvida demasiado del oro del otoño, acaso el cambio en la humanidad consista en lo que el hombre por miles de años ha postergado: la necesidad del verdadero descanso, el que permite ver cómo crecen día a día las flores salvajes, el hombre necesita mirar las flores, las estrellas, el cielo. Lo necesita para vivir, porque sin belleza el hombre se muere de tristeza como un pajarito, por eso finalmente al  poeta filósofo ,  algunas  instituciones  lo ven como peligroso, de manera errónea, porque  habla de cosas que inquietan. A veces se intenta callarlo o se procura que nadie lo escuche ¿ Sabe por qué? Porque el poeta filósofo suele ser la conciencia de la felicidad realizable, la felicidad en armonía, en concordancia con lo que lo rodea, y con lo que todo hombre puede sentir en comunión con las cosas. Todo lo que alude a eso es visto con peligro. Y la poesía y la filosofía son cosas que me llevan y me traen a todas las zonas de la vida, en especial a esa más misteriosa y más inaccesible.


¿ Lo que usted describe, como enseñanza de los valores para el ser humano, se ha cumplido?

La filosofía taoísta parte de mis sueños y meditaciones, porque la obra de un filósofo no sólo es testimonio de sus ideas y su experiencia, sino, sobre todo, de sus sueños y, como en todo hombre, de sus esperanzas y desesperanzas. De la interrogación de cada día.

Para mí hablar del hombre es hablar de la crisis que éste sufre. Crisis económica, política y social, pero sobre todo en estos días, una crisis espiritual, que deja los valores en el olvido. Respecto a si se ha cumplido, cierto es que no lo sé.

Hay en el Tao dos manifestaciones muy distintas, una proviene del inconsciente y otra de la parte estrictamente mental, lo que podemos llamar ideas. Sin embargo, las  partes que provienen de ese fondo oscuro del alma que se llama inconsciencia son siempre inexplicables, no son reductibles a las razones de la cabeza, a la lógica, por eso mismo, constituyen las verdades que él puede trasmitir ; de los sueños, por ejemplo, se puede decir cualquier cosa, menos que son mentiras, son verdades por excelencia.

Yo no sé, hasta hoy en día, qué valor puede tener el Tao Te King, que presuntuosamente he titulado el sendero de la virtud.
Vinculado a esto, siempre aparece el fenómeno de lo anárquico, de lo que he sido acusado, por mi ataque a la razón pura, a la ciencia y a su hija natural, la técnica, como perniciosa para la especie humana, y hoy ustedes lo están viendo, no hablo de satanizarlas, sino de que éstas llevan a la abstracción y a la deshumanización del hombre en todos los sentidos.

¿ Qué le sugiere la palabra poder, hoy en día?

La palabra “ poder”  no significa lo mismo que el poder como ejercicio sobre las actividades de los  demás. Le puedo decir que la técnica va ganando cada vez más poder , violencia, sobre el ser humano. Después de las dos grandes  guerras del Siglo XX  y la sucesiva lucha por la hegemonía mundial de las potencias, el poder-violencia no se ha detenido, hay una etapa que ustedes viven hasta la angustia más insospechada, y está dada por el sistema de la sociedad de consumo, que no sólo envenena el medio ambiente, los ríos, el mar, los bosques, sino que divide al mundo en países en la opulencia y países en la miseria.
Recuerdo que una vez escribí:

“ ¿ Qué amas más, la fama o tu persona?
¿ Qué amas más tu persona o tus riquezas?
¿ Qué te hace más desdichado ganar o perder?
Por eso aquel que desea demasiado
demasiado consume.
Aquel que más atesora más pierde.
El hombre que se contenta no padece desgracias.
El hombre que sabe detenerse evita el peligro.
Siendo así tu vida será larga.”

Una sociedad de consumo que aplica la energía atómica para más autos, más armas, más cemento, más turismo, más idiotización con productos superfluos, pero al mismo tiempo más poder, mientras más violencia, más subdesarrollo, más dependencia en los países no industrializados.(2) Y las tendencias  humanitarias de algunos gobiernos ante el temor de quedar en definitivo atraso tecnológico- y además por su idolatría de la técnica- entregan también su alma al diablo del Estado Atómico Nuclear.

Creo que las estaciones del fin de una civilización comenzaron con Auschwitz , la destrucción sistemática y anónima del ser humano, seguidas con Hiroshima, cuando el ser humano se apercibió  que sólo bastaba apretar un botón, y comienza a completarse con Chernobyl, nombre representativo para todas las catástrofes ecológicas habidas en las últimas décadas, donde el hombre pierde el dominio sobre el poder-violencia y se auto-mata en un holocausto de irracionalidad, obstinada estupidez y avaricia.

¿ Cómo se puede explicar un fenómeno suicida que nos implica a todos?

Bueno, creo que podemos plantear tres tesis fundamentales: en primer lugar,  el hombre no está a la altura de la perfección de sus productos; en segundo término,  produce más de lo que puede imaginarse y responsabilizarse; y en tercer lugar cree que todo lo que es capaz de producir puede hacerlo y no sólo eso, que debe hacerlo.

A estas alturas me siento un filósofo en la barbarie. ¿ Cómo impedir la muerte del planeta?. No queda tiempo para la esperanza, la esperanza es un pretexto para la inacción, es una forma de la cobardía.(3)
Es incomprensible la indolencia de los políticos, y la indiferencia de los mismos hombres inteligentes y esclarecidos. El mundo no está amenazado por seres que quieren matar , sino por aquellos que a pesar de conocer los riesgos sólo piensan técnica, económica y comercialmente. Ante eso, todas las legislaciones del mundo- hasta el derecho canónico- no sólo permiten el empleo de la violencia en defensa propia, sino que hasta la recomiendan.

La violencia no sólo está permitida sino también legitimada moralmente, en tanto es usada por el poder reconocido. El poder se basa permanentemente en la posibilidad del ejercicio de la violencia. Con la orden del Poder no sólo está permitido ser violento, sino mucho más: hay que ser violento.
A seres que aman la naturaleza , como yo, a los que actualmente se proponen como meta impedir toda violencia, se les reprocha buscar el caos con la desobediencia civil.

¿ Usted nunca creyó en los partidos políticos?

En mi tiempo no los había, pero puedo hablar de su presente. Después de la gran victoria de los medios masivos de comunicación no existe más la democracia. Lo sustancial de la democracia  es poder tener una opinión propia y al mismo tiempo poder expresarla. Me gustaría que usted me dijera, cuántas veces  expresa su opinión ante lo que sucede.

Desde que existen los medios masivos y desde que la población del mundo se halla como exorcizada frente al televisor, se la alimenta a cucharadas con opinión, los periodistas se erigen como voceros de la sociedad, pero en verdad están sirviendo al poder en turno. La expresión tener opinión propia, ya no tiene sentido de realidad. Los alimentados forzosamente no poseen ya ninguna oportunidad de opinión propia. No, ya ni siquiera cuando depositan su voto en la “urna”, nunca hubo un nombre más eficaz para la impunidad electoral, que “urna”, allí el voto se hace ceniza. Y ni siquiera se consumen opiniones ajenas, se los engorda con sistema, aunque haya desnutrición y pobreza.

El ser humano ya no puede llegar a la mayoría de edad. Mas bien es un ser- siervo, porque sólo oye, y oye lo que le llega por radio y televisión, y aquí la relación permanece unilateral porque no puede responder.(4)
Esta servidumbre es característica para la falta de libertad que se ha construido a través de su propia técnica y que se revierte sobre él. Con los medios masivos se ha creado la figura del “eremita masivo”. Porque si bien se halla solo frente a su radio o televisor e incluso en internet, recibe el mismo mensaje que los demás. No percibe que lo que él consume en la soledad es el alimento de millones.

Por lo mismo vuelvo a la esperanza, para insistir que es un sinónimo de cobardía.¿ Qué es la esperanza? ¿ Es la fe que todo puede mejorar? ¿ O la voluntad de llegar a algo mejor? No, a la esperanza hay que impedirla, todo aquél que espera , deja la obligación a otra instancia. Esperanza es nada más que la renuncia a la propia acción.

¿ Podemos esperar algo en un sentido terrenal y sensato?

Le contesto con otras preguntas: ¿ Qué podemos esperar frente a una amenaza nuclear, producida por reactores y cohetes, una ineludible catástrofe climática que ya hace estragos en el mundo, una muerte de las especies en todo el planeta, una onda global de envenenamiento que cada vez se hace más grande y una técnica poderosa  que sigue proclamando que todo será cada vez mejor si se le permite ser cada vez más omnipotente? La sagrada ira nos acomete cuando vemos qué poco podemos esperar porque la industria y la política  y el comercio y el egoísmo se intrincan cada vez más profundamente en dependencias y en la presión de las circunstancias que a su vez van produciendo cada vez más desastres. La gran empresa Mundo, tal cual está organizada actualmente aguanta y tolera pequeños cambios en los miembros pero ninguna gran modificación en la cabeza.

Sí, es cierto, que los equipos de reparación trabajan constantemente, pero refuerzan sólo los mecanismos de protección, y no dicen que cada mecanismo de protección sólo anuncia lo que después ocurre. ¿ Qué es lo
válido entonces: diagramar una nueva forma de organización para la gran empresa Mundo y llevarla a cabo?

Pero todo lo que puede obrar en esa dirección la  actividad , medido en el todo, tiene apenas un efecto ridículo, tan espectacular como le pueda parecer a los participantes directos. Tener confianza en la actual adición de pequeñas mejoras es mentirse a sí mismo en tanto prosigue la diaria destrucción.

Ellos siguen marchando optimistas con sus Mercedes o BMW por entre bosques secos y montañas de basura, así como en puentes sobre ríos podridos, siempre creyendo que el remedio a todos los males es la economía de libre mercado, otros piensan que la solución está en los reciclajes  de los residuos; la prédica de los verdes tiene lugar en un desierto si se considera que la jungla de los medios de comunicación los hace aparecer como miembros de una secta fuera de toda realidad.

Y el intento de salvar al mundo por medio del reciclaje de residuos, tiene en el mejor de los casos un valor didáctico, pero es justo la coartada que necesitan los que producen basura, para seguir produciéndola. Los argumentos más racionales no son escuchados, las proposiciones más convincentes son archivadas, los pedidos más vehementes son rechazados y entonces, cuando por fin se desborda la rabia y la desesperación, aparece la policía y con su presencia da a conocer que las formas de vida  que el “poder elegido por el pueblo” ha ordenado como correctas, al parecer sólo pueden ser defendidas e impuestas no con argumentos sino con ayuda de palos, camiones hidrantes y pistolas lanzagases.

Creo que la única resistencia del individuo es seguir  denunciando este estado de cosas y tratar de esclarecer y formar una opinión pública; esa quizá es una pequeña actitud ética, que tal vez alguien haya encontrado, que la conserve y la comparta con otros nuevos que lleguen. Y como no se sabe a ciencia cierta lo que va a suceder, a pesar de todo, deben seguir haciendo algo, por respeto a ustedes mismos.

¿Usted cree que el regreso a la naturaleza , a la meditación y a la reflexión que pregona en su Tao Te King, así como las interpretaciones que hacen de sus pensamientos puede todavía salvarnos?

Para empezar todo lo que dije y dicté, no tenía el fin de erigirme como el salvador de nadie, mi obligación fue siempre ética entre el sentir y el vivir. No me gusta que me hayan encasillado sólo con una actitud mística pasiva, si deseché a las instituciones fue porque las experimenté en carne propia, insisto, no me gusta que me encierren en ningún frasquito y me pongan una etiqueta en la frente. Creo que lo mejor que le puede ocurrir a mi filosofía es que no sea clasificable, para que no me enjaulen, sobre todo a las palabras.

Hay una tendencia entre los eruditos a clasificar a los filósofos , a los pensadores y a los poetas, como si lo que éstos expresan les diera miedo. Yo pienso que cuando la palabra y el pensamiento son dignos de sonar y permanecer, son libres y por lo tanto peligrosas.

Me llamó la atención el respeto místico por las fronteras que separan al filósofo del poeta. Hay gentes que muestran una tremenda osadía para vivir, y sin embargo, a la hora de asimilar se detienen con pánico sagrado a los pies de esos muros que los eruditos han levantado para entender la palabra humana. Yo siento un enorme placer por haber violado esas fronteras y en meterme donde no debía, pues mi ambición fue recuperar la perdida unidad del lenguaje humano.

Pienso ahora, como hace miles de años, que el lenguaje ha sido roto, que tenemos la voz rota, fracturada por una cultura dominante que rompe todo lo que toca, hasta el vínculo real y ancestral del hombre con la naturaleza, con la meditación y la reflexión. Así como separa estas cosas, separa también el alma del cuerpo, la bella y la bestia, o como separa la vida íntima de la vida pública, el mundo de las emociones del mundo de las razones.

Invoqué siempre el derecho y el deber de usar un lenguaje para decir los adentros del pensamiento. Eso sería recuperar un lenguaje de la verdad, eso sería ético, un lenguaje que anuda al corazón y a la razón, el mundo de las ideas y el mundo de las emociones.
Esa ruptura entre uno y otro mundo a mí también me hizo daño desde que fui formado en una cultura que huía de la magia del caos original y que pretendía racionalizarlo todo. Me enseñaron que había textos que correspondían al mundo de las ideas, y otros que pertenecían al mundo de las emociones, así como una escritura del universo íntimo y otra de la cosa pública, como si el alma y la calle no fueran escenarios de una misma relación, que libran entre sí la libertad y la prisión del ser.(5)

Ser consciente de ello es poner las energías en lo que uno debe creer, la justicia y la belleza, que le permiten a uno sentirse cerca de toda la gente que esté movida por la fuerza de la justicia y de la belleza. Pero no porque uno se sienta mejor que los demás, eso sería simétrico del autodesprecio, las dos alas de la mariposa , la arrogancia y la autocompasión, sentirse elegido de Dios o una cucaracha digna del peor de los rincones, porque no se actúa.

Se debe multiplicar la capacidad de imaginación, desencadenar esa
fuerza que todos contenemos, la capacidad de indignación , pero también la de asombro y la de la hermosura y la de soñar y la de recordar. Creo que la sociedad humana no va a ser nunca democrática hasta que el derecho de creación no sea realmente universal.

¿Se puede trasmitir la imaginación como un valor para  recuperar  a la especie humana?

Hay gente que puede oler el mundo, que lo escucha, que lo palpa, que lo puede ver y sentir con todo lo que somos desde la transparencia más profunda.
Porque en realidad uno debe asomarse cada instante al mundo como una unidad y sentirse parte de él. Y a medida que se va educando y deseducando por una civilización descuartizadora, uno empieza a romperse en trozos y a vivir esa fractura como un mérito de la civilización. A cada persona le cuesta mucho reintegrarse, hacerse uno completo, armar la totalidad de uno mismo.
Para lograrlo la imaginación es indispensable.¿ Cómo imaginarnos la vida que queremos tener? Hacerla realidad.

Por ello, creo que se nace y se muere muchas veces en la vida. Y cada nacimiento es inexplicable sin tomar en cuenta la vida anterior. Cada etapa desemboca en otra. Cuántos no fuimos y dejamos de ser para ser de otra manera, eso se sintetiza en la palabra existir, eres ex, para ser de otra manera cada segundo. No es como el primer nacimiento donde uno nace sin recuerdos. Es un renacimiento con  memoria, esa es la ventaja. Porque ella guardará lo que valga la pena. La memoria sabe más de mí más que yo, y ella no pierde lo que merece ser salvado.
Aunque hablar de renacimiento signifique hablar de muerte. La muerte muchas veces nos toma y nos suelta, a menudo me llama pero gracias al recuerdo de gentes como usted, puedo mandar a la muerte de vacaciones un tiempo más.

Parte del re-nacimiento es saber que los recuerdos pertenecen al universo de los deseos y de los sueños. Es una verdad implacable, porque la memoria cambia con uno, esa zona secreta que recuerda cosas, las elige, las ordena a su modo: la memoria no es la fotografía de la experiencia de vida, de ninguna manera, pero igual vale la pena que exista, es lo que nos permite saber que somos el resultado de nuestros actos.

Porque la memoria funciona con metáforas, donde como en un espejo mágico se refleja el universo, la memoria es una poeta que miente para decir profundas verdades.

En definitiva la memoria y la imaginación, pueden ser veneno o revelar coartadas para el miedo de vivir, pero es también el  alimento, no hay nada en la vida que no sea contradicción, todo lo que  alimenta, envenena, todo lo que te mata, te nace y a la inversa.
Y volviendo a la naturaleza y a los venenos, creo que esta civilización está tocando el fondo, es una civilización que envenena todo lo que toca: el aire, la tierra, el agua y la mente.

Hay que hacer valer los Derechos Humanos…

Por todos los derechos hay que poner la voluntad. No hay ningún derecho que el Estado les vaya a regalar, en ningún país del mundo y en ninguna época. Todos los derechos humanos son el resultado de las conquistas , mucha veces dolorosas.(6) Ahora hay toda una estructura de poder, que es muy enemiga del derecho a imaginar, porque te condena a vivir el tiempo presente como un destino de hierro, inamovible: te induce a creer que mañana es otro nombre del hoy, que la historia se repite implacablemente, que no hay nada que hacer. Esa es una negación al derecho de imaginar. Claro que cada uno debe reinvidicar su propio derecho a poner su mirada mucho más lejos de la impunidad y la infamia. Hacer.

¿ Usted en el Tao, habla de que antes de Dios, el Tao ya existía, cómo es eso?

Bueno, es difícil de explicar, quizá por eso lo escribí. Sin embargo, la aproximación al Tao es el misterio infinito que como humanos perseguimos intentando develar. Y la necesidad de utilizar la palabra Dios, de quién no descreo, ni dudo de su existencia, pero sospecho que tiene muchas cosas más importantes que hacer, para prestarnos atención en nuestras nimiedades. Digo, la necesidad de Dios tiene que ver con la urgencia de belleza, de poesía, de unidad humana. Esta necesidad no es solamente hija del miedo, ni para buscar consuelo por las heridas cotidianas, ni para aliviarse del pánico de seguir viviendo, es una presencia natural, parte de todo lo que hace al mundo, sin ningún tipo de solemnidad.

Creo que en el mundo todo está mezclado y existe todo lo que tiene nombre, ¿ por qué tener prejuicios? La creencia religiosa es muy castradora, está asociada a la idea de castigo, a la idea del cuerpo como fuente de culpa y no como fiesta, a la vida como un deber y no como placer.
Y en el Tao Te King, me propuse trasmitir un camino para vencer al dolor de vivir, y vivir de verdad. Aunque la vida tenga su cuota de dolor, pero también existe belleza, que es por lo que vale la pena vivir, la belleza, que contemplo, que me inunda y que se extendió unos siglos más allá de mí.



Notas

(1) La ética es la realización del bien mismo en realidades históricas o institucionales, que son la familia, la sociedad civil y el Estado. Ya lo dijo Hegel: “ es el concepto de libertad convertido en mundo existente y naturaleza de la conciencia de sí”.

(2) Marx, en efecto, afirmó la dependencia de las creencias religiosas, filosóficas, políticas, morales, de las relaciones de producción y del trabajo, tal como se constituyen en toda fase de la historia . Es la tesis que luego se haría materialismo histórico.

(3) La función de la ideología es en primer lugar la de persuadir , esto es, dirigir la acción. La visión del mundo de un grupo humano, una clase social.

(4) Enajenación, este término que en lenguaje corriente  significa la pérdida de la facultad  de un objeto o de las facultades mentales, ha sido usado, a veces, por los filósofos  con algún significado específico, como referencia  a la relación entre el hombre y las cosas en la edad de la técnica , ya que parece que el predominio de la técnica “enajena al hombre” ya que tiende a convertirlo en una máquina.

(5) Los problemas de la libertad en nuestro tiempo no pueden ser resueltos por fórmulas simples y totalitarias , sino por el estudio de los límites  y de las condiciones que en un campo y en una situación determinada pueden hacer efectiva y eficaz la posibilidad de elección del hombre.

(6) “Es evidente- dice Aristóteles- que existe una ciencia a la que corresponde indagar cuál es la mejor constitución, cual, más que otra, es adecuada para satisfacer nuestros ideales, cuando no existen impedimentos externos, y cuál se adapta a las diferentes condiciones para ser puesta en práctica” (Pol,. IV, 1, 1288 b 21).











lunes, 20 de junio de 2011

SOCRATES O LA PERMANENCIA DE LA VERDAD UNIVERSAL ( PRIMERA ENTREVISTA




Sócrates  o la permanencia de la verdad universal




 I
Sócrates encarna el ideal del “Maestro” el que enseña al discípulo a pensar por sí mismo y  asombrarse del mundo, de la realidad que fluye en infinitas direcciones y posibilidades. Si tenemos que hablar del por qué de los Derechos Humanos, una de las respuestas más básicas tiene que ver con la educación, ya que los maestros hoy en día deben de reaprender lo que Sócrates enseñó y nos los recuerda en esta conversación: el sentido de su dignidad magisterial, que deben ser adultos responsables , capaces de tomar en cuenta otra cosa que su interés personal. El primer cambio de orientación necesario consistiría en un mayor respeto a los oficios que forman la sustancia concreta de la educación nacional.
Los maestros deben estar verdaderamente encargados de la transmisión del saber, de la adquisición de conocimientos, del desarrollo del carácter, del afianzamiento de la voluntad, de la preparación para un oficio, de la trasmisión de los valores morales, es una tarea inmensa: reducir la brecha entre el principio de la misma dignidad de los ciudadanos y la crueldad del  funcionamiento desigual.


 II

Sócrates ( 469-399 a. C.) el más importante filósofo ateniense, sigue
causando polémica sobre su pensamiento de carácter antropológico, ya que
hizo objeto de estudio al hombre mismo, persiste en la fe de la razón y el
conocimiento de que pervive una verdad universalmente válida. Después de casi dos mil quinientos años insiste en el intento de  resolver
problemas del valor de la vida y de las instituciones sociales, recurriendo a
la sola luz de la razón, una vez más, cree que bajo la circunstancias nuevas
del tercer milenio, deben sugerirse , de modo racional  la existencia de
valores universalmente reconocidos. El viejo Sócrates hizo del examen de sí mismo un método filosófico:“el conócete a ti mismo” fue el gran principio del pensamiento occidental, ya que todo tipo de experiencia vivida, debía pasar por la reflexión y el análisis, para acceder al concepto de “esa experiencia”, y luego a la idea de que todo hombre “despierto” puede reconocer un criterio de verdad.




III (Entrevista) 
          
Sócrates, todos los que de una u otra manera hemos tenido acceso a
conocer un poco la historia de la humanidad, desde el sentido común nos gustaría saber: ¿ Sigue siendo el último fin de la filosofía la educación moral del hombre?-
Creo que uno puede enseñar el amor a algo. Yo enseñé la filosofía no como un mero divertimiento intelectual de capacidades histrionescas o para mostrar una superioridad reflexiva o de relacionar una cosa con otra. Sino que la filosofía es virtualmente infinita, por lo tanto el amor a ciertas ideas,  a una actitud responsable sobre el “sí mismo” que es la primera moral, antes que cualquier institución nos lo señale. Yo dicté  cátedra por sobre los escépticos y los sofistas, durante años, enseñando que la esperanza en el ser humano  es posible, que la maldad sólo proviene de la ignorancia, y puesto que la virtud reposa en el valor, ésta se puede enseñar, trasmitir. Creo que allí radica la felicidad, en el saber. Sé que hubo y  hay otros filósofos de un pensamiento trascendente en la historia humana, de los cuales soy indigno, por lo tanto no hablo de ellos. Porque si uno habla de un colega a los discípulos debe ser para revelarle algo a otro. Es decir, lo que hace un filósofo es buscar amigos del conocimiento, otros libros, otros pensadores. El hecho de que hayan sido contemporáneos míos o que hayan muerto hace siglos, de que pertenezcan a tal o cual país, eso es lo de menos. Lo importante es revelar la belleza del pensamiento y sólo se puede revelar la belleza que uno ha sentido. Y en cuanto a la educación del hombre, creo que se debe ser un maestro oral, por lo mismo yo no creía en los libros, porque estos no respondían en la manera que yo creía, a través de un diálogo, aunque ustedes sostengan hoy, que un libro puede dialogar con el lector. Creo que el diálogo es el intercambio del ser a través de la palabra oral, es el “dar-se”, no sé hasta dónde ustedes lo puedan experimentar, porque el libro es un arma de doble filo respecto a la memoria. Lo que un maestro de verdad enseña en términos orales no se olvida nunca. Y aunque Platón, que  era un hombre de inefable cortesía, con una voz aún más baja que la mía, desobedeció mi petición y mi opinión respecto a los libros, creo que también tenía un talento oral, y escribió los Diálogos y la República, según supe, para enseñarse a pensar. Lo cual no está nada mal, lo reconozco. Yo creo que Platón sí tenía una visión que escapaba a la ciudad que era Atenas entonces, nosotros sólo veíamos el tiempo presente como un todo, y eso fue bueno, pero creo que Platón pensaba más en la historia del devenir, he ahí su universo de las ideas, que posteriormente ustedes llamaron ideologías, también utopías. Creo que Platón sí pensaba en esas perplejidades que llamamos, no sin ambición, la metafísica, la incipiente psicología, el mundo de los sueños, la república ideal, las instituciones y la política. Él había repensado esos temas. Y todos sentimos la felicidad de haber compartido la misma época, en la ciudad de él, en el ambiente de él. Recuerdo que él estaba seguro de la inmortalidad. Creo que Platón fue de los grandes genios que dio Atenas.
-Sócrates, usted mencionó el amor. Ya en el Banquete de Platón, se expuso con amplitud. ¿ Qué es el amor para Sócrates?
Es algo tan esencial que ya no puedo definirlo sin diluirlo en palabras. Yo creo que siempre estuve enamorado de la vida, más allá del estoicismo y de la elección de mi verdad al beber la cicuta. Por ahí se dijo, y con toda razón, que alguna vez “ tuve todos los vicios pintados en el rostro”. Y fue así. ¿ De qué manera se puede poner los límites, enseñar la ética y la moral, si no hubiese tenido mis transgresiones?
 No sugiero que se deba experimentar el vicio, pero yo lo viví. Y me salvé gracias al amor a mí mismo, al conocimiento. Parece ridículo que a mi edad yo diga eso, pero la verdad es que el amor me acompaña. El amor y la amistad. Y compruebo- y esto me alegra- que no he sentido odio en mi vida. Me sentí siempre capaz del amor, de amar la amistad, pero no del odio. Hay cosas que me dolieron, pero traté de olvidarlas pronto. Platón fue uno, si no el primero que dijo que la memoria es selectiva, que por eso aprender es recordar.

Posiblemente sea así. Bueno, en este momento me siento lleno de amor y de amistad, y espero seguir así hasta el día- espero que muy lejano- en que yo muera,  ya que he cometido la indiscreción de cumplir más de dos mil años en la memoria del hombre. Y la muerte, que también es una esperanza, puede tener sus sorpresas, ya ve que no he sido borrado de la historia, y si hay otra vida después me acostumbraré a ella, como me he acostumbrado a esta. Porque yo he aceptado la inmortalidad gracias a que me gusta asombrarme, como el hecho de que estemos conversando ahora.

Porque la vida de todos es rara, y todo eso parte de un colega como Aristóteles, quien dijo que la filosofía surge del asombro de ser, simplemente ser, no de ser en tal condición social o en tal época o en tal región del planeta tierra. Simplemente el asombro de ser y de saber que uno es. Sabemos que los animales, por ejemplo, son pero quizá no sepan que son, pero en nosotros se da ese hecho raro de ser y de saber que somos. Y de esa dualidad sale toda la filosofía.


-Usted que dio la vida-por defender la verdad, la educación libre, los valores , viendo la humanidad actual tan caótica, con hambre, guerras, injusticia social , por un lado, y por otro el lujo, el lucro, la vanidad, la competencia, la lucha por el poder, etc ¿cree que sirvió para algo? ¿Hacia dónde va el hombre, tan deshumanizado?

-Por lo pronto sirvió para que  usted me recuerde y podamos revisar algunas ideas. Le puedo decir que las profecías son difíciles, yo se los anuncié a aquellos que veían grabado en el oráculo de Delfos “conócete a ti mismo”, que el mensaje verdadero tiene que ver con la responsabilidad que cada uno asuma en su vida. Hay que ser maestro de uno mismo y discípulo de uno mismo. Así, con mayor razón, las profecías son difíciles, sobre todo si se trata de predecir el futuro. Luego es inútil y absurdo profetizar el pasado, lo que ha sucedido por sí mismo. El siglo XIX que ustedes “vivieron”, lo  terminaron  con una humanidad que aún creía en el progreso ilimitado.

 Es muy posible que esta creencia proviniera del desarrollo extraordinario de la ciencia y del optimismo candoroso del positivismo. Este inicio de siglo se da de otra manera. Yo veo a  una humanidad angustiada, si no usted no estaría aquí. Y angustiada porque se ha ingeniado laboriosa, metódicamente para obtener los medios de su autodestrucción, cosa que ninguna otra especie ha logrado.

Hace más de cien años ustedes creían en la idea de progreso, pensaban que el desarrollo de la técnica les había dado la posibilidad de contar con herramientas suficientes para resolver todos los problemas, hoy saben que pueden traer también gravísimos inconvenientes, y sobre todo destrucción.

Esto explica muchos fenómenos en estos días: la proliferación de cultos y de sectas religiosas, precisamente en aquellos grandes centros de desarrollo científico y tecnológico moderno. Estas sectas expresan de manera angustiada, a veces depravadas, una búsqueda de la espiritualidad que es una profunda desconfianza, un descreer del progreso que nos han traído las ciencias y las técnicas.

El espíritu de curiosidad, de desarrollar nuevos avances en esa derrota de las fronteras que le opone al hombre todavía la naturaleza, evidentemente no tiene límite. Eso no va a cesar nunca. Sabemos que hay en el hombre una vocación, una disposición hacia saber más, dominar la naturaleza, conocerlo todo, descifrar los secretos del universo, no tan sólo externo, sino interno, ya que con las pruebas genéticas están rompiendo los límites éticos. Eso, efectivamente parece anidar en el corazón del hombre. En un momento dado esa vocación nació de nuestra cultura y hoy en día forma parte de nuestra naturaleza.

Pero sabemos que eso no sólo les  ha dado poderes extraordinarios para derrotar la enfermedad, para explorar el universo, para romper la ley de gravedad, sino que les  ha dotado de unos poderes espantosos que está exterminando a las especies, los bosques, los mares, el agua ,los polos y la vida toda.

-Por  eso, ¿Será posible algún tipo de humanismo?¿ Será posible un siglo de Pericles?¿ Será posible un Renacimiento, un Iluminismo como el del siglo XVIII?

Lo prodigioso de la historia es que es inesperada. Hay muchas teorías de la historia. Algunos piensan que la historia se repite, otros creen que la historia es continua invención. No lo sabemos. Lo único que puedo decir es que la historia es la gesta de la libertad, es decir, que en la historia siempre habrá elementos nuevos e inesperados. Si hacemos un catálogo de las profecías de los filósofos y de los sociólogos sobre el porvenir de la humanidad, encontraremos que se han equivocado más que las pitonisas. Con la filosofía de la historia comienza y termina una gran interrogación en la cual lo que está en entredicho es la idea de progreso. Es una idea relativamente nueva, una idea que nace en el siglo XVIII.

Las otras civilizaciones y las otras épocas no tenían fe en el progreso. Para nosotros, los griegos, en mi época, el tiempo era cíclico, se repetía; también para los chinos y los aztecas. Además la Edad de Oro no estaba en el pasado, sino en el futuro. Esto significa que lo que está en crisis realmente no sólo es la idea de progreso sino una cierta visión del tiempo que nace en Occidente a principios del XVIII y que ahora se vive el ocaso de esa visión. La idea de progreso que ustedes crearon, consiste en creer que el paraíso, la perfección, no está en el pasado, en la Edad de Oro , ni tampoco en el cielo, en una eternidad fuera del tiempo, ni en el nirvana, sino en el futuro. Y esto, la idea del futuro de pronto se ha desvanecido. Vivimos el ocaso del futuro.


En el último siglo hubo dos ideas hermanas, gemelas, enemigas. Se pensaba que a través de una evolución pacífica y del desarrollo de la ciencia , la técnica y el comercio, material y espiritual, habría un progreso que primero se extendería a los países civilizados y después a los países salvajes o atrasados. Otros pensadores creían que el salto hacia el futuro se haría por medios violentos, revolucionarios. El instrumento de los cambios revolucionarios, el móvil de la historia, la clase elegida para realizar la perfección sobre la tierra, era el proletariado. Ustedes saben que tanto las ideas optimistas de los liberales acerca del progreso paulatino, como las ideas marxistas de un salto a través de la clase elegida se han revelado falsas. Y hay algo más: ahora sabemos que los recursos del planeta son limitados. Ninguno de los pensadores del siglo XIX, ni los positivistas ni los marxistas, ni ningún otro pudo prever lo que significaba  el agotamiento de los recursos.

Por último, lo más importante es que el mismo protagonista de la historia, el móvil del futuro, si este existe, no es una clase social, sino el hombre mismo, como yo lo dije desde el principio. En ellos, en sus pasiones, en su lado oscuro, absolutamente rebelde a las geometrías de la razón, está la falla de la idea de futuro. Si esa idea se evapora , ¿ qué puede sustituirla? En el pasado los hombres creían que la Edad de Oro estaba en el origen de la humanidad. Ahora el pasado y el futuro se han ido.¿ Qué es lo que nos queda? No sé, no puedo afirmar nada y me parecería presuntuoso que alguien se atreviese a decir cómo va a ser el hombre del siglo XXI, un mutante, posiblemente. No lo es entrever que los descendientes, mas sabios que nosotros, se  tomarán el tiempo para reflexionar, esto puede ser creador, se habla mucho del ahora, pero el tiempo presente que es vida, también es muerte. Quizá debiéramos reconquistar una idea de cómo vivirse, revivirse, remorirse de vida, salvando vidas humanas, siendo más fraternales, pequeñas diminutas luces que como una red envuelvan al planeta tierra.




-Sin duda, aparte de esto, está el tema de la libertad. Creemos que en un mundo globalizado hasta tal punto que no sabemos¿ qué es lo que va a predominar, si una sociedad abierta o  las sociedades cerradas, los regímenes liberales , una tendencia a la democracia o los regímenes autoritarios?

Bueno, tenemos que saber qué es una civilización y qué es la democracia, el gran intento de Pericles, la lucha contra la ignorancia, el amor a la belleza, que es armonía. La democracia no es en realidad una república bienamada y nunca lo será. Pero es menos odiosa que otras formas contemporáneas de gobierno y por eso merece nuestro apoyo.

La democracia supone que el individuo es algo importante y que se necesitan diversos tipos de individuos para formar una civilización. No divide a los ciudadanos entre dominados y dominadores. Admiro a las personas sensibles que quieren crear algo  o descubrir algo y que  no ven la vida en términos de poder. Esas personas tienen más posibilidades de prosperar bajo una democracia que bajo cualquier otro régimen. Hacen obras literarias o artísticas o investigaciones científicas desinteresadas, son obreros o empleados, o son lo que se llama “gente común”, creativas en su vida privada, que educan, por ejemplo, decentemente a sus hijos o ayudan a sus vecinos.

Todas esas personas, necesitan expresarse y no lo pueden hacer a menos que la sociedad les dé libertad para ello, y la sociedad que les concede más libertad es la democrática. La democracia tiene otro mérito: permite la crítica. Por eso vale la pena, porque admite la diversidad y la crítica en todo sentido. (1)

También debemos admitir que toda sociedad se sustenta en la fuerza del poder, pero todas las grandes obras humanas notables ocurren durante esos intervalos en los que el poder no se manifiesta. Y esos intervalos son los que importan, porque mientras más prolongados sean construyen  lo que conocemos como civilización. Algunas personas idealizan la fuerza del poder  y la llevan a primer plano y la veneran en vez de mantenerla en un segundo plano el mayor tiempo posible. Creo
 que esas personas se equivocan y sus contrarios- los místicos- se equivocan todavía más cuando declaran que el poder no existe. La fuerza del poder existe y una de las tareas es impedir que se desboque, porque la fuerza del poder alcanza los niveles de la violencia, y más aún, de la crueldad.

Creer en la fuerza del poder  hace que ésta se desboque tarde o temprano, termina, para decirlo coloquialmente, con los arrestos de madrugada y los fusilamientos al amanecer. Y entonces destruye todas las cosas amables que hemos hecho. Un dictador puede oprimir a sus ciudadanos hasta que todos sean iguales, pero no puede hacer de ellos un solo hombre. Eso está más allá de su poder. Puede ordenar que se unan, puede incitarlos a bufonadas colectivas, pero los hombres están obligados a nacer separadamente, a morir separadamente, y debido a estos extremos inevitables, estarán fuera de los rieles totalitarios. El recuerdo del nacimiento y la expectativa de la muerte acechan siempre al ser humano separándolo de sus semejantes y, por eso mismo, haciéndolo capaz de comunicarse con ellos. Desnudo vine al mundo, desnudo saldré del mundo. Cosa buena, muy buena porque me recuerda que estoy desnudo bajo mi túnica, sea cual fuere mi color.


¿ Qué piensa de los medios de información actuales,  mal llamados de comunicación, hay valores, ética en esos medios, o han sido absorbidos por un grupo de poder?¿ Cree que es posible otra manera de comunicación entre los hombres?

Se ha dicho que la galaxia Gutemberg, la del libro, la de la prensa, ha sido reemplazada por la galaxia donde predominan los medios electrónicos de comunicación. Esto plantea ya, si bien no era una doctrina muy aceptada, el futuro del libro, del futuro de la letra. Pero no el de la lectura, porque  de todas maneras, en Internet, por ejemplo, se debe leer. Creo que el problema sigue estando en el abismo que existe entre la información y el conocimiento. Y los medios actuales informan, pero no trasmiten conocimiento. Casi no hay análisis, crítica, investigación. La información ha sustituido al conocimiento. Por lo tanto es muy difícil, alcanzar el saber.

Pienso que la cultura de la palabra está declinando irremediablemente y que en poco tiempo será nada más que el culto de unas minorías, me refiero al diálogo, esas minorías cultivarán esta forma de cultura en unos enclaves totalmente separados del resto de la sociedad, en que la cultura de la imagen será el principal medio de manipulación de masas, más que de conocimiento y de educación, como lo vemos hoy en día.
La imagen parece darles mucho más que la palabra escrita, y más que la dialogada. Sin embargo, si la cultura de la imagen es una cultura realmente creativa, donde se vierte la originalidad y la imaginación, la creatividad del hombre en el mismo nivel en que se ha desplegado en la gran literatura, la dicotomía, el antagonismo desaparece. Creo que una buena película a ustedes los sensibiliza, los estimula hacia lo imaginario y lo imaginario está tanto en el cine como en los libros.

Si el cine y la televisión siguen siendo, como en la mayor parte de los países hoy día, de  terrible pobreza y mediocridad- es decir, de una tecnología muy avanzada y de un contenido extremadamente indigente: una cultura de estereotipos, una cultura de tópicos donde realmente no hay originalidad, donde no hay rotura de lo establecido-, creo que las personas educadas en conocimientos y en lo imaginario a través de la cultura de la imagen van a ir siendo separadas irremediablemente de los libros, porque ese tipo de imágenes tienden a crear un público pasivo, un público que se deja manipular, que se deja sumergir en esas imágenes con un mínimo esfuerzo. Ese tipo de público indudablemente irá repeliendo los libros porque ellos exigen una participación activa, un esfuerzo de la imaginación, un movimiento de la conciencia que ese tipo de imágenes no le piden. Ahora bien, hay de todas maneras posibilidades dentro de la cultura de la imagen, para que éstas no puedan crear un público pasivo.

Si en ellas hay realmente un desafío a la imaginación, si entrañan estímulos suficientes como para que la inteligencia se ponga en movimiento y además se vinculan de alguna manera al mundo de la palabra escrita, al mundo de los libros, hay una esperanza de que los libros sobrevivan.¿ Vale la pena? Yo creo que sí, a pesar de mi negativa con Platón a que existieran, porque incitaban a la flojera mental y a la falta de memoria. Ahora al ver a la humanidad en el estado en que se encuentra, creo que la literatura si no hace a los hombres más felices, los hace más completos y más humanos, más concientes de la armonía y de la belleza posible, le dicen lo que nadie puede explicar sobre el amor, la muerte, el destino, el azar, los aproxima al misterio y a vivir más plenamente, creo que todo esto sería  bueno.

Además tome en cuenta que las imágenes que ustedes ven en el cine no son imágenes mudas, hablan, y por desgracia hablan demasiado. Por eso tuvo grandes valores el cine mudo. Hay una confusión entre escritura y palabra. Lo que puede estar en crisis es la escritura. Una crisis relativa porque la escritura es una conquista fundamental y es imposible renunciar a ella. Lo que sucede es que en el último siglo y en la primera mitad del XX, la escritura creció demasiado porque era el medio privilegiado de comunicación. Pero ahora tenemos otros medios, el radio, la televisión, la  Internet, etc. Cierto, son bastante malos, pero no creo que sean peores que lo que fueron en su momento – en su buena época o en su mala época- las gacetas en el siglo XVIII o los periódicos en el siglo XIX. Creo que los medios de comunicación tienen que ver con las sociedades: las expresan.

En el siglo XVIII, si mal no recuerdo, las gentes no leían a solas. Leer a solas es una práctica bastante tardía. La gente leía en grupo y en voz alta. En las casas ricas había un lector, de modo que era una forma de comunicación muy limitada y distinta. En la Edad Media los poetas cantaban  en la plaza cuando eran juglares o, si eran trovadores en los castillos. Así pues, hubo muchas formas de comunicación. Platón tenía al principio un verdadero horror a la escritura. Plotino, al igual que yo, no pensaba que la escritura fuese esencial. La palabra hablada era esencial, para nosotros, el predominio de la escritura es un momento de la historia. Las novelas no se van a acabar, ni los poemas ni los tratados filosóficos porque haya televisión ni otros medios. Van a acabarse si los hombres siguen eligiendo la barbarie, porque la barbarie no está en los medios de comunicación, sino en los hombres que los usan.


Y no hay que olvidar que los regímenes despóticos, que nunca faltan, persigan a la palabra hablada y a la palabra escrita. Creo que es así, porque la palabra tiene un poder de subversión y  una de las misiones de la literatura  es conmover a la personas, despertarlas.
Tampoco creo que una minoría de hombres virtuosos, como lo dijo mi colega Confucio alguna vez, pueden gobernar bien a un país, porque los hombres virtuosos con el poder se convierten en mandarines y los mandarines se inmovilizan y terminan siendo burócratas.

Las minorías son necesarias a condición de que no haya una sino muchas y de que discutan entre ellas y se alternen el poder. Es decir, eso se llama pluralismo. Una democracia no es solamente el gobierno de la mayoría con respeto por las minorías, debe ser siempre el ejercicio vivo de la crítica. Y para esto es necesario que la democracia renuncie a los absolutos. Hay que desconfiar de los absolutos. Los absolutos pertenecen a la metafísica , (si quiere, pregúntele a Aristóteles).

 Si un católico me dice que cree en el Paraíso, en el Cielo, en el Infierno y en la redención, yo lo respeto aunque no comparta sus creencias. Pero si alguien me dice que en nombre de esos principios va a quemar al vecino, me opongo a ese absoluto convertido en ley. Lo que las democracias tienen que aprender es a defender la duda, a defender la crítica, a ser tolerantes con las opiniones del vecino.

Por otra parte, en cuanto a una comunicación más cálida y humana, creo que es un hecho continuo, quizá no a través de palabras, sino a pesar de ellas. Creo que uno vive continuamente la amistad, la bondad, la indiferencia, la hostilidad y también la inteligencia o la estupidez de los otros.

Eso se siente inmediatamente, más allá de lo que digan. Uno está recibiendo  y también emitiendo mensajes, más allá de los sentidos. Pienso que la idea de que el conocimiento nos llega de los sentidos es un error; creo que nos llega de un modo más sutil y a pesar de los sentidos. Desde luego es un hecho tan inexplicable como el mundo, bueno, como el universo.
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¿Qué piensa del parecido que se dice de usted con Jesús: los dos tuvieron discípulos, los dos no creían en la escritura, sino en la enseñanza oral, los dos murieron por defender la verdad, los dos enseñaron que la verdad  del hombre está de la piel hacia adentro: el conócete a ti  mismo y el reino de los cielos ?

Tal vez no hay nada más lejano que lo parecido. Sin embargo, lo que importa es el sentido profundo de la vida. La coherencia. Jesús predica una salvación del hombre por la ética, y dice que del espíritu de los pobres  es el reino de los cielos.(2) Sostenía que el hombre tiene que salvarse por medio del amor, pero también por la conducta del  pensamiento, que surge después de la experiencia, porque el destino es experiencia, lo que uno aprende va haciendo el camino. No está demás creer que el hombre se pueda salvar por la estética, porque Jesús la  enseñaba por medio de parábolas. Sabrá que Jesús no era una racionalista puro, se expresaba por medio de metáforas, por ejemplo: “arrojar perlas a los puercos”, ”que los muertos entierren  a sus muertos”. Como si él pensara por medio de parábolas o de metáforas que son hermosas. De este modo, Jesús reúne además del amor, otras tres posibilidades de salvación del hombre: por la ética, por el pensamiento y por la estética.



¿ Qué me puede decir de la conducta del yo  ante la moral?

La visión que se tenía antiguamente y que aún persiste, es “qué es aquello que yo quiero verdaderamente para mí”, y la ética contemporánea es: “qué debo hacer en  relación a los otros”. De la suma de estas dos habría que sacar las conclusiones. En el fondo el problema es saber ¿dónde está el yo? Y ¿dónde y cómo está mi relación con los otros?¿ O de qué manera será mejor mi relación con los otros, sin dejar de ser yo?

Para nosotros, los griegos, el sexo no era un gran tema, si lo comparamos con todo lo que se discutía sobre la alimentación, la salud y el régimen que se debía llevar respecto al cuerpo.

En el siglo IV a. C. existe el mismo código de restricciones  y de prohibiciones que en los moralistas y los médicos de comienzos del Imperio Romano. Y esto era así, porque la finalidad principal de esta especie de ética, era estética. Se trataba de una elección personal, no de prescribir un modelo de vida para todos. Esta decisión estaba dictada por la voluntad de vivir una bella vida.

Es conmovedor y de admirarse que en la ética griega, la gente se preocupaba más de su conducta moral,  de su relación con ellos mismos y con otros que de los problemas religiosos. ¿ En qué nos convertimos después de la muerte? ¿ Veremos a los dioses? ¿ Qué encontraremos?. Se vivía estrictamente el presente, con toda la fuerza y la armonía del ser. Así que esas preguntas tenían poca importancia, ya que no estaban directamente ligadas con la ética diaria.(3) Esta no estaba relacionada con un sistema legal. Por ejemplo, las leyes contra la mala conducta sexual no eran numerosas ni muy apremiantes. Lo que nos interesaba, el tema, era la construcción de una ética que fuese una estética de la existencia.

Creo que los problemas actuales son similares, dado que la mayoría no cree que la ética esté fundada sobre la religión y no se quiere un sistema legal que intervenga en nuestra vida privada moral y personal.
Los recientes movimientos de liberación sufren por el hecho de no llegar a encontrar un principio sobre el que fundar la elaboración de una ética nueva. Necesitan una ética  pero no encuentran sino una ética basada sobre el conocimiento pretendidamente científico de lo que es el yo, de lo que es el deseo, de lo que es el inconsciente, etc. Son una similitud de problemas sin resolver.

Por eso había muchos ejercicios destinados a volverse dueño de sí. Para Epicteto era necesario poder mirar a una bella joven o a un hermoso joven sin sentir deseo por ella o por él. Para eso es necesario  ser dueño de sí.
En la sociedad griega, la austeridad sexual era una corriente de pensamiento, un movimiento filosófico que emanaba de gente cultivada que quería dar a su vida mucha más belleza e intensidad. En un sentido, lo mismo ocurre para ustedes en esta época, cuando a fin de alcanzar una vida más bella, la gente trata de liberarse de toda la represión sexual de su sociedad y de su infancia.

Entre los inventos culturales de la humanidad existe un tesoro de técnicas, de ideas, de procedimientos, que no puede ser exactamente reactivado, pero que al menos ayuda a constituir un punto de vista que puede ser útil  para analizar lo que ocurre ahora y cambiarlo. No podemos elegir entre este mundo y el mundo griego. Pero como vemos que algunos grandes principios de nuestra ética han estado ligados en cierto momento a una estética de la existencia, creo que esta especie de revisión histórica puede ser útil.

Durante siglos han estado convencidos de que entre la  ética personal, nuestra vida cotidiana por una parte y las grandes estructuras políticas, sociales y económicas por otra, había relaciones analizables. Creían que no podrían  cambiar nada, por ejemplo en la  vida sexual o familiar, sin transformar la economía, la  democracia, etc. Pienso que tienen que desembarazarse de esta idea de un lazo rígido e inmóvil entre ética y las estructuras sociales, económicas o políticas: lo que no quiere decir, claro, que no haya relación entre aquella y éstas, pero son relaciones variables: es decir que el individuo haga lo correcto y sensato, lo que es su deber hacer: ser buen padre, buen hijo, buen profesionista, buen obrero, buen empleado, etc.

Finalmente, creo que hay un propósito ético en el mundo, ético, intelectual, estético, creo que el universo está regido por una ley moral y creo que por ejemplo, un delincuente preso de la “dicha negra”, un león, un escarabajo, saben que hay cosas que no deben hacer. Por ejemplo, si hay grandes desiertos en el mundo, esos desiertos corresponden a errores cometidos por los hombres, ya sea por lucro, ignorancia o ambición, que son expresiones del mal. Y si aún hay regiones hermosas, praderas, mares, ríos, eso corresponde a la virtud. De modo que todo el universo sería obra de la ética. No sólo de la conducta de un hombre, sino de la conducta de un tigre o un pez. Esto creo, aunque suene misterioso y enigmático, la verdad es que no soy miembro de ninguna secta esotérica, al menos que sea un miembro secreto, tan secreto que yo mismo lo desconozca.


Deli libro, Conversaciones sobre ética, de Pedro Salvador Ale. Comisión para los Derechos Humanos en el Estado de México, Toluca, México, 2010



Notas

(1) La experiencia  histórica del mundo ha demostrado que la libertad y el bienestar  de los ciudadanos, no depende de la forma de gobierno, sino de la parte que los gobiernos cedan a los ciudadanos en la formación de la voluntad estatal  y de la rapidez con que se encuentren para modificar y rectificar sus direcciones políticas y sus técnicas administrativas.

(2) San Mateo, ( 3-10) Las Bienaventuranzas.

(3) La ética de Aristóteles determina que el fin de la conducta humana es la felicidad, deduciéndola de la conducta racional del hombre ( Et. Nic., I 7) y pasa a determinar las virtudes que son la condición de la felicidad.